Recordando al escultor Roberto Pohlhammer


Martes 9 de Septiembre de 2008

Recordando al escultor Roberto Pohlhammer
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A cinco años de su muerte, dos exposiciones recopilan su obra: una individual en El Observatorio de Lastarria, y otra colectiva en la Casona Nemesio Antúnez.

CAROLINA LARA B.

Roberto Pohlhammer (1926-2003) no sólo fue un avezado en la madera, siendo escultor destacado en nuestra historia. Su vida fue más activa aún: fundador de la Corporación de Artistas Pro Ecología y también presidente de la Sociedad de Escultores de Chile. Un maestro que, en talleres y universidades, influyó en generaciones de artistas.

DOBLE HOMENAJE

Pohlhammer es recordado hoy por autores que fueron sus amigos: Marcela Romagnoli, Verónica Astaburuaga, Felipe Castillo, José Miguel Cárcamo y Ricardo Meruane, entre otros, integran una exposición en la Casona Nemesio Antúnez (Larraín 8580). Abierta durante el mes, la muestra integra obras del autor e inaugura además una sala que lleva su nombre, donde ha sido recreado su taller.A este homenaje se suma "Pohlhammer está de vuelta", desde hoy, en El Observatorio de Lastarria (Villavicencio 395). Allí se juntaron varias piezas inéditas, sumando 16 volúmenes, bajorrelieves, una veintena de bocetos, textos y objetos.En nogal, olmo, roble o castaño, entre otros, el artista desarrolló un lenguaje que enalteció el material, paseándose por la abstracción y el expresionismo. El paisaje como tema le atraía, pero la existencia humana era una de las máximas preocupaciones que traslucía en volúmenes donde rondaban el erotismo, el dolor o lo sagrado.Piezas suyas se encuentran en las colecciones del Museo de Bellas Artes y en el de Artes Visuales, así como en el espacio público (una obra monumental está en el Congreso de Valparaíso).
Formado en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, estudió también Filosofía, período en que se hizo amigo de Carla Cordua. Así lo recuerda la intelectual: "Los cortes de las tallas 'abstractas' revelan lo que nadie vio antes en el interior de la materia viva, las sinuosidades del crecimiento, la aspiración del árbol hacia arriba, las huellas del alimento y la luz. El arte feliz conserva la vida de la materia, pero lo hace poniéndole fin a aquella vida. Para que este doble resultado se haga presente es preciso saber conducir con respeto a lo vivo a su finalidad natural y debida".Otros proyectos que lo rememoran son la Plaza Roberto Pohlhammer en la Aldea del Encuentro (La Reina) y el Parque de Esculturas que también lleva su nombre en El Valle de los Artistas (Ranguil, VI región).

‡ MADERAS

En nogal, olmo, roble o castaño, desarrolló un lenguaje que enalteció el material.

GENTILEZA DE: El Mercurio
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